El primer día de la Tierra fue en 1970. Veinte millones de ciudadanos de los Estados Unidos se unieron con la creencia de que trabajando juntos pueden lograr mejorar el medio ambiente.
Veinte años después, el 22 de abril de 1990, se celebró el día de la tierra en 140 países. En esta gran manifestación se mostró la preocupación por el futuro del planeta.
Bajo el lema "¿Quién dice que no puedes cambiar al mundo?", los manifestantes buscaron renovar el llamado a defender la tierra, amenazada por infinidad de problemas causados por el ser humano.
Este movimiento ambiental logró la aprobación de leyes que prohíben y regulan la emisión de contaminantes al ambiente, la prohibición de la caza y la pesca de especies en peligro de extinción, y acuerdos internacionales, como el que suscribieron las naciones de la Comunidad Europea, con el fin de eliminar para la producción y uso de sustancias químicas que destruyen la capa de ozono.
Este movimiento de protección del medio ambiente, que ha logrado grandes éxitos, necesita la participación de todos los gobiernos y de todos los seres humanos que habitan el mundo, para que tomen conciencia de lo que en conjunto se puede hacer para mejorar y conservar el lugar donde vivimos: LA TIERRA.
Aproximadamente, desde 1985, la humanidad -o una parte de ella- consume más recursos renovables que los que el Planeta logra reponer cada año.
Este día supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde: todos debemos unirnos para tomar conciencia de que debemos proteger los dones naturales de nuestro planeta, defender y conservar toda la vida en el Planeta Tierra, reflexionar sobre el estado de deterioro a que ha llegado nuestro "hogar",sobre la importancia del agua, sobre la conservación de las especies vegetales, los animales domésticos y sus derechos, sobre las especies en vías de extinción, y sobre cómo evitar el desequilibrio ecológico.
Imagen: Piruletas Libres
Imagen: Piruletas Libres
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